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Abeja reina, una vida más allá de lujos y longevidad

¿Y tú qué tanto conoces de las abejas? Al menos debes saber tres puntos primordiales de ellas: que son insectos, que su principal tarea es la polinización y que fueron declaradas el ser vivo más importante del planeta. Pero además de estas características, detrás de cada abeja existen otras tantas más, de las cuales te estaré hablando a lo largo de este especial y comenzaré por contarte sobre la abeja reina.

Raúl Chacón y Laura María Quiñones, dueños de Apiarios del Cielo, quienes se dedican a la elaboración de productos de miel y todo lo derivado del arduo trabajo de las abejas, nos compartieron su experiencia con estos insectos y nos contaron sobre la reina, esa abeja única que se encuentra en cada colmena y la cual es primordial para la subsistencia y reproducción de toda su especie.

Comenzaron por contarme que antes de que una reina nazca, las abejas obreras deciden cuál de todos los huevos existentes será la próxima regente del panal y esto lo hacen de acuerdo a la posición de la celda en la que se encuentre. Las obreras saben de antemano que una reina hará su entrada triunfal al mundo de manera espectacular y para ello necesitan el espacio adecuado, por lo que buscarán una zona donde no estorben mucho las otras celdas y el huevo afortunado será alimentado con pura jalea real.

El alimento por excelencia de la realeza es la jalea real, el cual es un multivitamínico natural con complejo B.

Y si te preguntas por qué necesitan tanto espacio, la razón es porque la celda en la cual posicionarán a la próxima miembro de la realeza comenzará a crecer más que una celda normal, hasta volverse una especie de saquito en forma de cacahuate.

La abeja reina tarda 16 días en nacer, su anatomía es diferente a la de una obrera, pues es más grande en tamaño, aunque más delgada que un zángano, y a partir del primer momento en su vida ella se dedica a poner huevos y a pasear por la colmena. Es la encargada de la subsistencia de su comuna, y aunque haya 80 mil obreras y alrededor de 350 zánganos, sólo habrá siempre una reina.

En su camino por la preservación de su especie, una reina tiene la opción de permanecer en la colmena en espera de que los zánganos hagan su trabajo, sin embargo, también puede salir en busca de ser fecundada y al conseguir su objetivo regresa para seguir con su tarea.

Raúl, explicó que asimismo puede haber otros momentos en los cuales la abeja reina salga del nido, como por ejemplo si éste se encuentra en peligro inminente por fuego o si la rama en la cual se encuentra esté por caer. Además, cuando hay sobrepoblación de abejas, la reina toma la decisión de dividir la colmena y se va con la mitad de obreras y zánganos para buscar un hogar nuevo, mientras en el viejo se quedan el resto de habitantes, y las obreras se encargarán de crear una reina nueva, con el método que ya mencionamos antes.

Otro detalle que nos dijo Laura fue que la regente también controla la población dentro de su reino dependiendo de los recursos que se tengan alrededor. Por ejemplo, si hay escasez en el néctar, el peligro en el entorno, el clima, la estación del año y la flora, entonces ella dejará de producir huevos hasta que lleguen de nuevo tiempos de abundancia. “Las madres saben”, dicen por ahí.

Es decir que la abeja reina no sólo vive más y de manera más lujosa, sino que además está encargada de la preservación de su nido y de tomar las mejores decisiones cuando hay situaciones de peligro, sobrepoblación o factores que puedan afectar su modo de vida.

Una de las dudas que saltó a mi cabeza al saber esta información fue: ¿entonces la abeja reina controla cuántos zánganos y obreras deben nacer? A lo que Raúl me contó que sí, pues ellas cargan el esperma de los zánganos en un órgano de almacenamiento llamado espermateca, y los huevos los llevan en otro sitio diferente. Al colocar estos en las celdas, ella decidirá si nacerá una obrera o un zángano, y lo hace fecundando o no el huevo. Entonces, al colocar un huevo sin fecundar nacerá un zángano, y al poner uno fecundado nacerá una obrera.

Sin embargo, como todo ser vivo, la abeja reina no es eterna y cuando va llegando su ocaso al volverse vieja, ella dejará de pasear por la colmena y de poner huevos. Esto último lo notan las obreras por medio de las feromonas, pues así es como se comunican las abejas, y menos huevos significarán menos feromonas. Es entonces cuando las obreras se encargarán de tomar el plan de contingencia y empezarán a crear una reina nueva, empezando así de nuevo el ciclo.

Más sobre abejas, próximamente…

Laura y Raúl, de Apiarios del Cielo, explicaron más temas acerca de las abejas, como la vida de las obreras, el triste destino de los zánganos o las bondades del propóleo, pero esto lo veremos en próximas notas. No olvides cuidar y proteger a nuestras abejas.

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